Existen diversas formas de adquirir una farmacia: mediante compraventa, donación o herencia. La elección dependerá de las circunstancias individuales del farmacéutico, y puede generar dudas, especialmente en cuanto a los impuestos a pagar en cada caso. La compraventa implica la transmisión de la propiedad de un bien de un vendedor a un comprador, un proceso que también se aplica en el sector farmacéutico con sus particularidades.
En cuanto a donar o heredar una farmacia, es importante destacar las diferencias entre ambos procesos. Legalmente, la donación implica la entrega gratuita de un bien o derecho de una persona a otra en vida, mientras que la herencia implica la transmisión de los bienes y derechos de una persona fallecida a sus herederos.
También existen diferencias notables en cuanto al pago de impuestos que el farmacéutico deberá asumir si recibe una farmacia como donación o la hereda. Esto se debe a las leyes autonómicas de nuestro país, que otorgan a las comunidades autónomas la autoridad para regular la fiscalidad de las transmisiones de bienes.
Donar una farmacia en vida o esperar a que los herederos la reciban tras el fallecimiento del titular puede suponer una diferencia significativa desde un punto de vista económico, dependiendo de la comunidad autónoma y otras circunstancias relacionadas con la transacción.
Heredar una oficina de farmacia
En el caso de la herencia de una farmacia, es fundamental tener en cuenta que solo se podrá heredar si hay un farmacéutico en la línea sucesoria. En caso afirmativo, el farmacéutico podrá convertirse en heredero de la farmacia. Para que la herencia sea efectiva, es necesario que exista un testamento previamente realizado.
En cuanto a los aspectos fiscales, es importante considerar el impuesto de sucesiones, el cual puede estar bonificado hasta en un 99% dependiendo de la comunidad autónoma en la que se haya producido el fallecimiento. Los expertos recomiendan que el farmacéutico heredero aproveche los beneficios fiscales que ofrecen algunas comunidades autónomas y que valore todos los bienes a precio de mercado para evitar futuros problemas.
Donar una oficina de farmacia
En el caso de donar una farmacia, tanto el donante como el donatario deben tener en cuenta los impuestos que deben pagar. La donación de una farmacia implica el pago de impuestos como el IRPF para el donante y el impuesto sobre donaciones y plusvalía municipal (solo si se dona el local de la farmacia) para el donatario. No se aplica el impuesto de transmisiones patrimoniales en este caso.
A veces, el farmacéutico considera que la donación es la opción más económica a corto plazo, pero es importante tener en cuenta que a largo plazo puede no ser la más beneficiosa para la economía familiar, como han señalado los expertos del departamento Fiscal de Asefarma.
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