Con la llegada del verano, el interés en mantener una salud óptima y una apariencia radiante se intensifica. Los nutracéuticos, productos derivados de fuentes alimenticias con beneficios adicionales a la salud, se vuelven especialmente populares durante esta temporada. Aquí exploramos los nutracéuticos más demandados en verano y las razones detrás de su creciente popularidad.
Vitamina D
En esta estación la exposición al sol aumenta, lo que favorece la síntesis de vitamina D en la piel. Sin embargo, muchas personas todavía buscan suplementarse con esta vitamina esencial porque aún no es suficiente el tiempo que pasamos al aire libre.
La vitamina D es crucial para la salud ósea y el sistema inmunológico. Un estudio de Harvard T.H. Chan School of Public Health destaca que cerca del 42% de la población estadounidense tiene deficiencia de vitamina D, lo que impulsa la demanda de suplementos durante todo el año, incluyendo el verano.
El Dr. Michael Holick, experto en vitamina D, subraya la importancia de mantener niveles adecuados de esta vitamina no solo para la salud ósea, sino también para prevenir enfermedades crónicas como la diabetes y enfermedades cardiovasculares.
Colágeno
Es una proteína clave para la salud de la piel, el cabello y las uñas. Durante el verano, la exposición al sol puede dañar la piel, y muchas personas recurren al colágeno para mantener una apariencia juvenil y saludable. Según un informe de Grand View Research, el mercado global de colágeno se valoró en 3.3 mil millones de dólares en 2020 y se espera que crezca a una tasa compuesta anual del 9% hasta 2028.
El colágeno no solo ayuda a mejorar la elasticidad de la piel, sino que también puede reducir las arrugas y la sequedad, problemas comunes en verano debido a la exposición solar.
Probióticos
Los probióticos son esenciales para mantener una flora intestinal saludable, lo que a su vez impacta positivamente el sistema inmunológico y la digestión. Los viajes y los cambios en la dieta pueden alterar el equilibrio intestinal. Un estudio publicado en el Journal of Clinical Gastroenterology revela que los probióticos pueden ayudar a prevenir y tratar problemas digestivos comunes durante los viajes, como la diarrea del viajero.
Antioxidantes (Vitamina C y E)
La exposición al sol aumenta la producción de radicales libres, que pueden dañar las células de la piel. Los antioxidantes como las vitaminas C y E son populares en verano por su capacidad para neutralizar estos radicales libres y proteger la piel. Según la American Academy of Dermatology, el uso de antioxidantes puede reducir el daño celular y mejorar la apariencia de la piel.
Cuidado de los medicamentos
El mes de junio ha sido más fresco de lo habitual, pero con el inicio de julio las altas temperaturas vuelven a ser protagonistas. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) alerta de que el periodo de calor intenso de este año que ha comenzado esta semana se extenderá hasta el 15 de agosto. Ante este escenario, desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) se advierte de la necesidad de cumplir con las recomendaciones de uso y conservación de los medicamentos.
Hasta 7.500 presentaciones comercializadas y dispensables en Farmacia Comunitaria -cerca del 50% de un total de 15.000- precisan de especial precaución durante una ola de calor, especialmente los fármacos que deben conservarse en la nevera, como los medicamentos para el tratamiento de la diabetes o las vacunas.
En España, hay más de 1.000 presentaciones de medicamentos que deben conservarse en la nevera a una temperatura de entre 2 y 8 grados. De ellas, alrededor de 400 son dispensables en las farmacias comunitarias y el resto son de uso hospitalario. Para estos medicamentos, el Consejo General recomienda usar una nevera portátil para transportarlos y conservarlos a la temperatura indicada.
¿Cómo afecta el calor a los medicamentos?
Los medicamentos que deben conservarse a una temperatura por debajo de 25 o 30 grados tienen un límite superior de tolerancia, y el rebasar puntualmente estas temperaturas no tiene consecuencia sobre la estabilidad o la calidad de medicamentos. No obstante, hay que supervisar las condiciones de conservación de este grupo de fármacos que agrupa a cremas, pomadas, geles, supositorios y óvulos.
Por ejemplo, en cremas o pomadas se puede producir una separación de las fases, en las que el medicamento deja de tener un aspecto homogéneo y se puede distinguir una parte acuosa o semisólida; en el caso de los óvulos o supositorios se pueden reblandecer. En estos casos, se recomienda evitar utilizarlos.
Asimismo, los estudios de los medicamentos que no comportan ninguna mención especial de conservación demuestran que no se degradan cuando son expuestos a temperaturas de 40 grados durante seis meses.
Por otro lado, hay fármacos que pueden agravar los efectos de las altas temperaturas. Algunos favorecen la deshidratación o la pérdida de electrolitos, como los diuréticos. Otros afectan a la funcionalidad del riñón, como los antiinflamatorios. También existen medicamentos que interfieren con los mecanismos de pérdida de calor de nuestro cuerpo. Por ejemplo, los antihistamínicos o fármacos para el Parkinson. Por último, hay fármacos que pueden aumentar de forma directa la temperatura corporal, como analgésicos como tramadol o antipsicóticos para esquizofrenia.
Además, los farmacéuticos recomiendan beber alrededor de dos litros de agua y aumentar el consumo de frutas y verduras. En cuanto al uso de fotoprotectores orales, recuerdan que nunca van a sustituir a los fotoprotectores tópicos y que son un complemento que permite alcanzar una protección frente al sol más profunda e integral.
Las recomendaciones de uso y conservación están recogidas en el prospecto del fármaco, y es crucial leerlo antes de utilizar los medicamentos. Además, algunos medicamentos pueden agravar los efectos del calor, como los diuréticos que favorecen la deshidratación o los antiinflamatorios que afectan a la funcionalidad del riñón.
El CGCOF ha lanzado la campaña "Cuidados del verano 2024" para disfrutar del verano de una forma saludable, haciendo énfasis en la fotoprotección, la hidratación adecuada y el consumo de frutas y verduras. También recuerdan que los fotoprotectores orales son complementos y no sustitutos de los tópicos, para una protección integral frente al sol.
En resumen, tanto los nutracéuticos como la correcta conservación de medicamentos son esenciales para mantener la salud durante el verano, permitiendo disfrutar de esta temporada con bienestar y seguridad.
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